Hoy, 26 de noviembre, queremos dedicar un espacio especial a María Cárdenas, una mujer cercana, generosa y valiente, cuya forma de estar en el mundo dejó una huella difícil de medir. Para muchas de nosotras fue compañera y amiga; para el teatro, una creadora imprescindible.

Su escritura, directa y sensible, supo iluminar aquello que a menudo queda en los márgenes: las fragilidades, los silencios, las vidas que merecen ser contadas. María defendía un teatro honesto, nacido de lo real y de lo humano, y por eso sus palabras siguen resonando incluso en quienes no la conocieron de cerca.

Coincidiendo con el día en que habría cumplido 56 años, la AVEET, junto con la Sala L’Horta, celebra hoy un homenaje que reúne a intérpretes, colegas y amistades para recuperar sus textos y su manera única de mirar el mundo. Será una velada sencilla y sincera, como ella prefería, donde palabra, música y movimiento se entrelazan para traerla de nuevo al presente.

Recordar a María es recordar una forma de crear y de vivir: con valentía, con humor, con sensibilidad. Hoy nos unimos a ese gesto colectivo, con el deseo de que su legado continúe abriéndose paso y acompañándonos.

Hoy, con este homenaje, la recordamos: con admiración, con cariño, con gratitud, con esa certeza de que su luz sigue encendida.