El atardecer, con los últimos rayos de luz del día, entra en el teatro. Entre la oscuridad y los colores rojizos, anaranjados y azules, irán apareciendo, personajes mágicos, grillos y melodías clásicas que darán la bienvenida a la noche. Las estrellas nos guiñarán el ojo y las luces cálidas de los hogares se abrirán. Mientras tanto, los más pequeños de casa, a ritmo de una sutil melodía, cerrarán los ojos entrando en un sueño dulce y profundo. Es en ese momento cuando llega Madame Lumière. Ésta se encargará de dar vida a los sueños de Layla (una niña de 10 años) a lo largo de toda la noche: sueños en mares profundos, sueños de niñez, sueños en carpas de circo… e incluso alguna pesadilla.

La noche rodeada de un espacio sonoro y de una delicada banda sonora interpretada con una exquisita excelencia, llegará al amanecer. La hora de despertar y disfrutar del recuerdo de los sueños vividos durante esta hermosa noche.

Madame Loumière es un homenaje a la Música, la Luz, y a la Màgia de los Sueños, que nos abocará a emocionarnos a partir de la poesía visual enmarcada con un delicioso ambiente sonoro que huye de la infantilización de la música.