Una combinación única de percusión, movimiento y comedia visual, en donde todo es un pretexto para producir sonido con una energía contagiosa. Con diferentes sonoridades, desde la voz a los tubos de PVC, pasando por objetos cotidianos, todo sirve para estimular los sentidos de los más pequeños y proporcionar momentos únicos entre padres e hijos.
Proponemos un viaje por el mundo Crassh con su lenguaje vocal propio, el “crasshonés”, entendido por todos los bebés. Dos personajes de carácter fuerte y una musicalidad extrema, capaces de sorprender con su interacción permanente con el público. La diversión está garantizada.