Una joven sube al desván de su casa del pueblo. Está lleno de cosas viejas y tiene que hacer limpieza. En ese momento se le aparece el fantasma de su abuela. Pero no es una historia de miedo. Es una historia sobre la memoria. La memoria de los objetos abandonados, que como un hilo invisible conecta a los que vivieron con los que viven.
Este espectáculo habla de las historias que se esconden tras las sonrisas de las fotografías abandonadas en un cajón.