El pueblo deshabitado de Ainielle es, posiblemente, el personaje principal de este espectáculo. Un personaje mudo, manco y cojo, pero ni sordo, ni ciego, ni insensible. Ainielle existe, está ahí, no lejos de Biescas, en el Pirineo aragonés. Pero, ¿puede un pueblo existir si nadie es testigo de su existencia? En cualquier caso, Ainielle estaba allí, con 1.355 metros de altitud, y era uno de los lugares poblados más altos del Pirineo, pero está deshabitado desde el año 1971.
En 1988 apareció la novela de Julio Llamazares, La lluvia amarilla, y tras 17 años borrado del mapa, Ainielle se volvió a escribir en las cartas, esta vez en las cartas de los aficionados a la lectura. Llamazares situó la trama de esta novela en este pueblo, y puso rostro a uno de los dramas más sobrecogedores que el territorio español ha sufrido desde la posguerra: la despoblación.