OVO pretende estimular sensorialmente a los bebés a través del sonido, la luz, los colores, texturas, imágenes, objetos y palabras. El aprendizaje resulta de una interacción constante con el entorno, donde el bebé asume un papel protagonista y activo, mientras que los adultos son solo meros facilitadores, contribuyendo a su seguridad, creatividad y libertad para explorar el mundo.