Toda una vida llevo en la espalda. Una mochila llena de experiencias, de recuerdos y de emociones. Ahora estoy en otra etapa, en otro mundo, un mundo veloz, que va más rápido de lo que puedo comprender. Las cosas han cambiado, ya no son lo que eran, yo tampoco soy el que era, pero he aprendido a aceptar, a disfrutar de las pequeñas cosas y aceptar el final.
La ancianidad es otra etapa, tenemos que aprender a quererla y no abandonarla. Sin final no hay inicio, sin inicio no hay final.
La versión para sala incluye la proyección del documental “La ancianidad a través de la danza contemporánea”.