Alboroto es un estado físico y emocional. Una revuelta. Una familia disparatada que viene a menear la plaza para recordarnos la belleza de lo imperfecto. Llegan para liarla, para enredar. Para reivindicar desde la alegría la maravilla de los cuerpos, las diferencias y las edades. Y subrayar a golpe de taconeo, peloteo y su pizquita…