Ser nosotros, sin más, sin pertenecer a nada y dando la posibilidad a lo impuro, a lo salvaje, que es capaz de aniquilar las carcomidas reglas que nos imponen, dejando que la vida aparezca. Convertir lo común en extraordinario, volver siempre del sueño siendo otros, pisando cualquier territorio conquistado, desafiando los estrechos márgenes de la tradición y de la costumbre. Atravesar la existencia, dar luz al asombro, a la incertidumbre, ser esa rara avis que resiste, que perdura en el tiempo, que transforma su imaginario en creencia, en futuro; que revisita, que agita, que lucha y confía en su propia alma anónima.